La violencia doméstica afecta la seguridad del lugar de trabajo cuando un trabajador, o cualquier persona que tenga una relación íntima o familiar con algún trabajador, utiliza conductas violentas o amenazadoras diseñadas para controlar o lastimar a la persona en la que se está enfocando. Generalmente, la violencia doméstica involucra a personas con una relación personal existente, ya sea miembros de la familia, cónyuges, parejas en un noviazgo, o personas que tengan hijos en común.
La violencia sexual se convierte en una amenaza en el lugar de trabajo cuando una persona que tiene contacto con el lugar de trabajo se involucra en actos o delitos de acoso sexual. La violencia sexual puede ser ocasionada por parte de una persona conocida o desconocida para la persona: un miembro de la familia, una pareja de noviazgo, un compañero de trabajo, supervisores, guardas de seguridad, clientes, miembros del público en la propiedad de la empresa, o una persona desconocida. Los delitos de violencia sexual se definen de forma diferente en cada estado, e incluyen: violación, incesto, toques sexuales, amenazas y coacción, acoso sexual y agresiones físicas.
A menudo, el acecho existe simultáneamente con la violencia doméstica o la violencia sexual. Una persona acosadora puede ser conocida o desconocida para la persona acosada, ya sea un cliente o compañero de trabajo, un miembro de la familia o pareja íntima, un conocido o un desconocido. La amenaza que se plantea para el trabajador afectado y para el lugar de trabajo dependerá de la persona perpetradora y de sus acciones.
Prevenir un acontecimiento adverso
Realizar una evaluación de amenaza
Para proteger el lugar de trabajo contra los efectos adversos de la violencia doméstica, la violencia sexual y el acecho, los lugares de trabajo pueden participar en evaluaciones de amenazas, un conjunto de estrategias o caminos que ofrecen información sobre las personas que podrían representar un riesgo en un momento determinado.
Mediante las evaluaciones de amenazas se pueden distinguir:
- Posibles vulnerabilidades de seguridad (p. ej. puntos de acceso)
- la naturaleza y el contexto exactos de la amenaza o del comportamiento amenazante;
- las personas objeto identificadas (generales o específicos);
- las presuntas motivaciones detrás de la amenaza; y
- los antecedentes de la persona perpetradora, incluyendo su historial laboral, sus antecedentes penales, su historial de salud mental y su comportamiento anterior en el trabajo.
Es necesario llevar a cabo evaluaciones de amenazas de forma habitual porque el nivel de las amenazas nunca es fijo y puede cambiar con el tiempo. Por esta razón, es necesario realizar evaluaciones de amenazas constantemente.
Después de realizar una evaluación de amenazas, asegúrate de efectuar los cambios organizativos y de la política en tu lugar de trabajo para reforzar la seguridad y el bienestar de los trabajadores.
Respuestas centradas en los trabajadores ante una posible amenaza
Si un trabajador conoce a una posible persona perpetradora, este trabajador tiene el mayor conocimiento sobre el comportamiento de la persona perpetradora y puede ofrecer orientación importante para protegerse a sí mismo y proteger el lugar de trabajo. Tan pronto se sepa que un trabajador está enfrentando una posible amenaza, los empleadores deben colaborar inmediatamente con la persona que ha recibido la amenaza para desarrollar una respuesta segura y efectiva orientada por sus necesidades.
Si un trabajador no conoce a la posible persona perpetradora, los empleadores deben desarrollar una colaboración similar con la persona que ha recibido la amenaza para evaluar el nivel de peligro y tomar acciones preventivas, como acompañar al trabajador a su vehículo hasta que la posible amenaza desaparezca.
Los lugares de trabajo deben adaptar las respuestas a las circunstancias singulares de cada situación. En algunos casos, los lugares de trabajo solamente deben tomar precauciones mínimas más allá de las que ya se han establecido. Otros casos requieren un nivel mayor de evaluación y planificación , incluyendo cuando corresponda, la creación de un equipo de respuesta.
Los lugares de trabajo deben aplicar los siguientes principios cuando estén trabajando con un trabajador en la evaluación de una posible amenaza:
- Realizar preguntas y evaluar los hechos pertinentes respecto a cualquier amenaza del lugar de trabajo. Con el fin de respetar la privacidad, se recomienda limitar las preguntas personales sobre la historia entre el trabajador afectado y la persona perpetradora solamente a los asuntos que ayuden a identificar los posibles riesgos.
- Cuando sea posible, conservar la confidencialidad sobre cualquier información que el trabajador afectado brinde y, compartir los hechos específicos solamente con las personas que deban recibir información específica para implementar medidas de seguridad en el lugar de trabajo.
- No ofrecerle al trabajador consejos sobre asuntos de seguridad personal más allá de los relacionados con el trabajo. Si el trabajador tiene una relación con la persona perpetradora, no se le debe decir qué hacer respecto a su relación.
- Remitir al trabajador a los servicios locales capacitados para asistir a las víctimas con el fin de garantizar que la persona reciba información y asistencia adecuadas, incluyendo una planificación de seguridad.
- Imprimir y compartir los recursos y remisiones con el trabajador
- No se le debe culpar o responsabilizar al trabajador por las amenazas o acciones violentas de la persona perpetradora.
Es posible que un trabajador que esté enfrentado una posible amenaza también necesite acomodaciones en el lugar de trabajo para abordar sus propias preocupaciones especiales de seguridad, como una orden de protección–también conocida como orden de restricción. Dependiendo de la magnitud en la que se haya dirigido una posible amenaza al lugar de trabajo, un empleador podría considerar consultar con el trabajador afectado y obtener la orden de restricción a nombre del empleador o una orden de no invasión de propiedad privada que cubra las instalaciones de trabajo.
Otras acomodaciones que se pueden tener en cuenta incluyen:
- Obtener el permiso del trabajador para brindarle detalles pertinentes al personal de seguridad y al personal de recepción sobre la posible persona perpetradora (tales como una foto, una descripción física, el número de la matrícula del automóvil, o la marca/modelo del vehículo).
- Reubicar al trabajador afectado en otra área de trabajo o ajustar su horario laboral hasta que haya pasado la amenaza directa.
- Teniendo en cuenta las observaciones y el permiso del trabajador afectado, filtrar las llamadas de su línea telefónica, transferirlas al personal de seguridad o alguien designado y eliminar la información de contacto del trabajador afectado de los directorios y de los sitios web.