¿Violencia doméstica o violencia sexual? Reconociendo las posibles señales

Si una persona empleada que anteriormente presentaba pocos problemas de desempeño comienza a mostrar cambios de comportamiento en el lugar de trabajo, es posible que haya una causa subyacente fuera de su control. Hay algunas formas en las que puedes ayudar si sospechas que una persona empleada o una colega podría estar experimentando situaciones de violencia doméstica o sexual.

La violencia doméstica afecta a 1 de cada 4 mujeres y a 1 de cada 7 hombres en algún momento de sus vidas. 1 de cada 6 mujeres y 1 de cada 33 hombres experimentan situaciones de violencia sexual. Ambos delitos pueden causar daños significativos – de manera física, psicológica, emocional y económica – que a menudo tienen un efecto en la vida laboral y en la carrera de las personas sobrevivientes.

El abuso afecta a todas las personas de maneras diferentes. Ya sea debido al trauma o a la intervención directa de la pareja, es posible que las personas que experimentan abuso presenten señales similares a las de “empleados problemáticos” indiferentes que no cumplen con los estándares básicos de desempeño, tales como:

  • Aumento del ausentismo: En promedio, las personas sobrevivientes de la violencia doméstica pierden 7.1 días laborales pagos, y las personas sobrevivientes de la agresión sexual pierden 8.1 días al año para obtener servicios de atención médica, recursos y seguridad (1). También es posible que las parejas abusivas saboteen la habilidad de sus parejas para llegar al lugar de trabajo a tiempo, o pueden obligar a su pareja a salir del trabajo más temprano (2).
  • Incapacidad para concentrarse: El trauma y el miedo pueden afectar de manera significativa el funcionamiento del cerebro, desencadenando una respuesta de defensa o huida que puede reducir el funcionamiento cognitivo (3). También es posible que algunas parejas abusivas obliguen a las personas sobrevivientes a permanecer despiertas toda la noche para sabotear su empleo (4).
  • Aumento de llamadas o visitas personales: La violencia doméstica se trata de poder y control, y es posible que las parejas abusivas monitoreen de manera constante a sus parejas mediante llamadas para controlarlas o al aparecerse en el lugar de trabajo de manera inesperada (5).
  • Mostrar señales de agitación, enojo, tristeza, o de hipervigilancia (6): El trauma, la depresión y el trastorno de estrés postraumático – condiciones comunes entre personas sobrevivientes – pueden conllevar a que las personas sobrevivientes exhiban emociones que parecen inadecuadas o extremas (7).
  • Falta de participación en reuniones u otras actividades de la oficina: Es probable que las personas que experimentan situaciones de abuso se aparten de actividades y participación en actividades que solían disfrutar con sus colegas (8)
  • Señales físicas de lesiones o enfermedades crónicas: A menudo los moretones, las heridas y los huesos rotos son señales esperadas de situaciones de abuso o de violencia, sin embargo, la violencia doméstica y sexual van más allá del abuso físico. Los cambios en la salud incluyen dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o ginecológicos, los cuales constituyen condiciones de salud comunes resultado del abuso (9).

Todos estos factores combinados pueden tener un efecto negativo profundo en la capacidad de una persona para satisfacer las responsabilidades de su trabajo, lo que resulta en errores, plazos incumplidos y un deterioro general del desempeño laboral.

 

Si una persona empleada que anteriormente presentaba pocos problemas de desempeño comienza a mostrar cambios de comportamiento en el lugar de trabajo, es posible que haya una causa subyacente fuera de su control. Hay algunas formas en las que puedes ayudar si sospechas que una persona empleada o una colega podría estar experimentando situaciones de violencia doméstica o sexual.

 

Infórmate sobre las políticas del lugar de trabajo de tu compañía con relación a la violencia doméstica y sexual, prestando atención a la información sobre la privacidad y la confidencialidad, las protecciones de licencia / tiempo libre relevantes, y las posibles acomodaciones para respaldar la seguridad de la persona sobreviviente en el trabajo.*

Mantén disponible la información de contacto de la Línea Nacional sobre Violencia Doméstica, la Línea de Ayuda Nacional Online de Asalto Sexual (RAINN), tu Programa de Asistencia para Empleados, y los programas locales de violencia doméstica y crisis por violación, en caso de que sea necesario hacer una remisión para estos servicios. Tú también puedes contactar a los defensores directamente para conversar sobre maneras en las que puedes apoyar a esta persona.

NO CONFRONTES a la persona con tus sospechas respecto al abuso. COMPARTE tus preocupaciones sobre sus cambios de comportamiento, sobre su seguridad y sobre su bienestar.

Si la persona revela información sobre su situación, comunícale el mensaje: “No es tu culpa. No mereces que nadie te lastime o abuse de ti.”

Escucha a la persona y muéstrale empatía. No le digas lo que tú piensas que debe hacer.

Pregúntale cómo puedes ayudarle y ofrécele remisiones a los recursos locales.

* Si tu organización no tiene una política específica para responder a situaciones de violencia doméstica o sexual que afecten el lugar de trabajo, considera abogar por el desarrollo de una. El proyecto de respuesta a la violencia doméstica y sexual Workplaces Respond: Centro Nacional de Recursos puede ofrecer capacitaciones, herramientas y otros recursos para la prevención y la respuesta ante los efectos de la violencia doméstica, el acoso y la violencia sexual, la trata de personas, el acecho y la explotación en el lugar de trabajo.

 

Obtén ayuda o encuentra más información:

 

Workplaces Respond: 202-595-7382

Línea Nacional sobre Violencia Doméstica 800-799-SAFE (800-799-7233)

Línea de Ayuda Nacional Online de Asalto Sexual (RAINN): 800-656-HOPE (800-656-4673)

FUENTES (Regresar al inicio de la página)

  1. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones 2003. “Costs of Intimate Partner Violence Against Women in the US” [Costos de la violencia de pareja íntima en contra de las mujeres en los Estados Unidos]. Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones
  2. Adams, Adrienne E., Cris M. Sullivan, Deborah Bybee, y Megan R. Greeson. 2008. “Development of the Scale of Economic Abuse” [Desarrollo de la escala del abuso económico]. Violence Against Women 14 (5): 563–88.
  3. “How Trauma Rewires the Brain” [Cómo el trauma reconfigura el cerebro]. s.f. DomesticShelters.Org. Consultado el 5 de noviembre de 2018. https://www.domesticshelters.org/domestic-violence-articles-information/how-trauma-rewires-the-brain.
  4. Ridley, Ellen, John Rioux, Kim C. Lim, DesiRae Mason, Kate F. Houghton, Faye Luppi, y Tracey Melody. 2005. “Domestic Violence Survivors at Work: How Perpetrators Impact Employment” [Sobrevivientes de violencia doméstica en el trabajo: efectos de las partes perpetradoras en el empleo]. Augusta, ME: Main Department of Labor & Family Crisis Services.
  5. Swanberg, Jennifer E., y T. K. Logan. 2005. “Domestic Violence and Employment: A Qualitative Study” [Violencia doméstica y empleo: estudio cualitativo]. Journal of Occupational Health Psychology 10 (1): 3–17.
  6. La hipervigilancia se define como un estado de alerta extrema o anormal ante posibles peligros o amenazas.
  7. Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés). Trauma-Informed Care in Behavioral Health Services [Atención basada en los conocimientos sobre el trauma en los servicios de salud mental]. Protocolo de mejora de tratamientos (Serie TIP 57  Publicación de HHS No. (SMA) 13-4801). Rockville, MD: Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, 2014.
  8. ibid
  9. Smith, Sharon G., Jieru Chen, Kathleen C. Basile, Leah K. Gilbert, Melissa T. Merrick, Nimesh Patel, Margie Walling, y Anurag Jain. 2017. “The National Intimate Partner and Sexual Violence Survey (NISVS): 2010-2012 State Report” [“Encuesta nacional sobre la violencia de pareja íntima y la violencia sexual (NISVS, por sus siglas en inglés): Informe estatal 2010-2012”]. Atlanta, GA: Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones y Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.